Apariencias e hipocresía en la vida actual

Hoy en día, más que en ningún otro tiempo, tenemos el poder del anonimato, para bien y para mal. Internet nos da el poder de escondernos bajo una máscara y decir lo que queramos, pudiendo tener una opinión diferente en la vida real, cara a cara con las personas. Se puede utilizar para hacer el mal o para un uso propio, pero el poder de esta utilidad es infinito. Estamos tan absortos en esta ella que lo llevamos a la vida real, con nuestros amigos, compañeros, la familia... Decimos una cosa, y a sus espaldas, sin que lo sepan, otra. Y así, formamos una reacción en cadena. Uno se lo hace a otro, y este se lo hace a otra persona más. Nos criticamos los unos a los otros en vez de estar unidos, y eso nos lleva a construir una sociedad fría, poco productiva y falsa.