Hay muchas razones por las que no fiarse de las apariencias, no todo es como parece, hay algunas personas que tienen varias caras, por un lado la buena y por otro la mala, esa que pegan puñaladas traperas. No siempre puedes fiarte de las personas, no todos te muestran su lado bueno a la primera de cambio, por mucho que te sonrían o te hagan algún favor, no significa que sean buenas personas. Normalmente nos fijamos en el aspecto, pero a veces nos equivocamos, no siempre los más elegantes son mejores personas. En conclusión podemos decir que las apariencias engañan, y fiarte de alguien hoy en día puede suponer un error.
Alba, buena reflexión. Buena ilustración.
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