domingo, 30 de septiembre de 2012

Galicia.


Uno de los viajes que hice que me gustó mucho fue con mis padres hace dos años, fui a Galicia. Lo peor fue el viaje, todo el día metidos en el coche viendo pasar arboles, campos de cosecha, carteles de autopista… cuando llegábamos al norte la vegetación se volvía más verde y más espesa comparada en la que había a medio camino, que todo era más seco.
En dos semanas nos vimos tres de las cuatro provincias de Galicia, todas menos Ourense.
Una de las cosas que vimos fue el castro de Baroña, que es un poblado celta donde no hay mucha vegetación en el mismo castro, pero un poco a las afueras hay más vegetación. Desde el poblado se ve el mar, una preciosa vista del océano.
La catedral de Santiago no fue algo nuevo, porque el año anterior ya la habíamos visitado. No se puede describir mucho el paisaje ya que es todo edificio, pero edificio antiguo, hecho con piedras y decoraciones de su época.
También recuerdo haber visitado las murallas de Lugo, unas murallas que rodean toda la ciudad, se puede recorrer toda por encima de ellas y se puede observar toda la ciudad. Son construcciones anchas y fuertes, con unas estrechas puertas por las que actualmente los coches entran ordenadamente.
Una de las playas más bonitas que visitamos fue la playa de las Catedrales situada en la costa de la provincia de Lugo, sobre el mar Cantábrico. La gente va allí a visitarla y a hacer fotografías, porque el paisaje con rocas altas, grandes olas y enormes cambios de nivel del agua causados por la marea no da mucha seguridad para bañarse.
Pontevedra es una capital tranquila, donde las calles son pronunciadas a causa de que se encuentra en un montículo.
La torre de Hércules  es muy bonita, se encuentra en la misma Coruña, pero no solo es la torre bonita, sino el paisaje que la rodea. Está a mar abierto y se observan pájaros volar. Ya que en esta zona siempre hace mal tiempo el cielo siempre esta gris y el tono del agua apagado. Pero el color de la hierba y de las flores que hay alrededor, le da un toque más alegre.
Y dejo lo mejor para lo último, las islas Cíes. Es un parque natural, donde hay aves y plantas para proteger. El agua que las baña es clara y fría, muy fría. Es un terreno montañoso y de costa a la vez, puedes hacer excursiones por el monte o quedarte en la playa. El paisaje de las pequeñas montañas es rocoso y verde, con mucha vegetación y eucaliptos. El de la playa es caribeño, con la arena blanca y el agua azul turquesa, además de la vegetación que se asoma del interior, es un paisaje realmente precioso.

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