Me encontraba una día por la noche delante del ordenador, de repente escuché un ruido que venía de la puerta, alguien tocaba el pomo, al parecer era mi padre y yo era niño demasiado miedica.
Al llegar mi padre dirigió su vista a la cocina y sin saludar, me dijo que como podía ser que yo, que había pasado tanto tiempo esa misma tarde en casa, no había tenido la idea de bajar la basura, así que me levanté, me puse una chaqueta sobre el pijama, cogí las bolsas que mi hermana se había molestado en prepararme y me dirigí hacia la puerta. Antes de salir, eché una mirada atrás y vi a mi padre tumbado en el sofá con una cerveza en una mano y un soplo de aire muy frió salió de mi boca como símbolo de frustración.
Saliendo de casa, una brisa de aire frió me recorrió todo el cuerpo, entrando por mis pantalones cortos y pasando por toda la espalda.
Al llegar, dirigí mi vista a una enorme caja que se encontraba al lado de las basuras, era muy grande y por eso supuse que era para tirar, me acerqué un poco a la caja, y cuando estaba a punto de abrirla, se movió.
Di un paso atrás por esa sorpresa tan inesperada, así que por precaución decidí acercarme con un palo, el cual cogí del árbol más cercano, y me volví a acercar, entonces, en un instante, un lobo enorme salió de la caja y me lanzó al suelo, empezó a morderme mientras yo intentaba coger mi palo, que había asido más allá.
Levantó la cabeza, como símbolo de que había oído algo, y se fue corriendo, pero vi que mientras me protegía le había podido hacer daño en el lomo y la barriga.
Desperté.
Todo había sido un sueño, ahora me encontraba en el hospital, mi cuerpo estaba lleno de heridas por la barriga y la espalda y todo debido a lo que, inconscientemente como siempre, había hecho la noche anterior, aunque nunca me acordaba de nada, un"lapsus perpetuo".
¡Muy buena redacción!
ResponderEliminarAtento a los verbos + pronombres, que en castellano se escriben sin guiones.