Tengo que ir con mi herencia en las afueras de
Florencia. Además de las cosas que cultivo, yo criaba todos los años un cerdo y tenía la costumbre de ir en
diciembre con mi esposa, matarlo y ponerlo a salar. En un de las ocasiones, mi
esposa no se encontraba bien, así que yo fui solo a matar al gorrino. Bruno y
Baffalmacco, al saber que no iba acompañada de mi esposa, fueran a visitar a un
amigo cura amigo mío y mi vecino, con el que me quede unos días. La misma
mañana en que llegamos había matado el cerdo y, al vernos con el cura, les
llamé, los llevamos y mostramos al cerdo. Este era muy grande, y supe que
pretendían salarlo. Mis amigos me decían que lo vendiera y con el dinero de la
venta lo casteemos, diciendo a mi mujer que lo habían robado al puerco. Pero
decía que lo descubriría y me echaría de casa mi mujer. Luego les invita a
cenar pero lo negaran después de tanto hablar. Luego mis dos amigos se quedaran
a dormir en mi casa, pero blandeando robar al
cerdo, pero primero me emborracharían y ahí me vendrían a robar. Y luego
después de todo eso me hicieran una trampa pensando que yo fui quien robe el
puerco dejándome así con el daño y con las burlas.
Yon Suk, repasa los tiempos verbales, la ortografía y los signos de puntuación.
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