Al llegar a Italia primero pasamos por Venecia, era una ciudad muy bonita y
a la vez pesada, se tenía que aparcar a las afueras porque las calles estaban llenas
de agua. Fuimos en góndola, que era uno de los únicos medios de trasporte, para
visitar la ciudad.
Al pasar todo el día allí fuimos a una parte de la ciudad que no había agua,
y nos quedamos en un hotel para descansar y así por la mañana pronto volver a coger
coche e ir a casa de los amigos de mis padres, que estaba en el norte de
Italia.
A la mañana, al despertar, estaba muy cansada, pero nos pusimos en marcha e
iniciamos un nuevo día, cogimos comida y fuimos en marcha para el norte. Era todo
muy bonito pasamos por muchas ciudades maravillosas, preciosas, espectaculares.
Al llegar al norte era todo montaña, y llegamos al pueblecillo de los
amigos de mis padres, llamado Pordenone. Era todo precioso, era un pueblo en la
montaña, se podría contemplar la sabia naturaleza, y respirar aire puro.
Tenían cuna casa muy grande y muy bonita, toda de madera. Estuvimos dos
semanas allí junto a ellos, eran muy simpáticos y me enseñaron a decir unas
cuentas palabras en Italiano.
Finalmente, el ultimo día, me puse muy triste y, nada más salir de
Pordenone ya los echaba de menos, fue una experiencia muy bonita.
1 comentario:
Nerea, buena redacción, pero pasa siempre un corrector antes de subir el texto.
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