Un día, me
parece que fue en agosto de 2012, estaba en mi casa junto a mi madre y mi hermana, mi padre se había
ido a trabajar a Italia una semana. Nos aburríamos mucho, y mi madre dijo de
ver una peli las tres juntas, y matar el tiempo. Enchufamos la tele, y pusimos
“La magia del verano”, una película que te deja alucinada, de lo bonita que es.
Esa es la sinopsis: “Un escritor
ya en el ocaso de su vida no ve más refugio que en el alcohol y en su sobrino
que le ha mandado a una casa de verano con la condición de cuidar a un amigo
inigualable, un perro por eso es que dicen que el perro es el mejor amigo del
hombre, ahí conoce a una singular madre en pleno divorcio, sus tres hijas y un
grupo de tragedias que rodean su casa (en una isla).”
Realmente, lo que venía a decir con eso, es que justo me pasó el
día siguiente de ver la película, vino
una amiga mía contándome su historia y fue exactamente como en la película, me
pareció muy extraño, pero me gustó. Tuvimos más tema de conversación, y me
confesó que la película la hizo su tío, y que la película era real, y se basaba
en su historia, fue maravilloso.
1 comentario:
Judit, la idea es buena, pero te ha faltado un poco más de elaboración.
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