
Yo , Calandrino, todos los años desde que estoy casado con mi mujer
que tengo la costumbre de comprar un cerdo e ir en diciembre a matarlo y a salarlo con ella. Este año, hice lo mismo de siempre, solamente que mi mujer estaba enferma y he decidido ir solo a matar al cerdo. Por la mañana, mis dos buenos amigos , o eso creía, Bruno y Buffalmacco vinieron a ver el cerdo y me dijeron que era muy grande y gordo y que quizás
sea mejor venderlo sin que mi mujer se entere y así ganar mucho dinero. Yo les dije que no estaba de acuerdo con semejante cosa.
Esa misma noche fuimos a la taberna y bebí
mas de la cuenta. Luego volví a casa y cuando me desperté vi que
habia desaparecido el cerdo. Yo estaba seguro de que mis supuestos amigos me lo
habian robado ya que me
dieron esa idea el dia anterior y me negué. Cuando vinieron a mi casa les comenté lo sucedido, y con mucha naturalidad decidieron ayudarme a descubrir
quien de mis vecinos
es el culpable con la ayuda de unas píldoras y vasos de vino. Mis amigos lo hicieron de tal forma
, que resultó que me habia robado a
mi mismo, cosa que era mentira. Y me dijeron que les diera dos pares de capones o le
decian a mi mujer lo ocurrido. Y como no
queria mas problemas, les
dí lo que me pidieron. Y eso me pasa por ser demasiado confiado, y demasidado bueno. Si algo tengo claro, es que
núnca mas volveré a enseñar el cerdo a nadie más que a mi mujer, y
núnca más volveré a confiar en el primero que parece ser mi amigo.
1 comentario:
Denisa, si bien cambias bien el punto de vista, has de repasar los verbos.
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