La
escasez del agua es un problema creciente y muy notorio en los países
subdesarrollados. En lugares como África, el agua potable se encuentra a kilómetros de las aldeas. Si se mira el problema desde esa perspectiva, se encuentra evidente. Pero ese problema también se sufre en el primer mundo y
cada vez más.
Para
moderar el agua que consumimos, se deberían adoptar algunas medidas de ahorro
como las siguientes: No ducharse durante un tiempo muy prolongado ni dejar el
grifo abierto. Con este gesto se pueden llegar a reducir hasta 10 litros de
agua consumida.
Utilizar
electrodomésticos de bajo consumo, que además de energía, también reparan en el
consumo de agua.
No regar las plantas durante las horas más
soleadas o si hay provisión de lluvias. En cualquiera de los dos casos se habría
cometido un gasto de agua innecesario.
Todas
estas medidas y muchas más forman parte de una rutina de ahorro de agua que, si
la mayor parte de la población de sumara a ella, a largo plazo millones de litros
de agua habrían dejado de malgastarse.
Así
que, por no dejar el planeta tierra falto de recursos potables de agua, es
necesario que todo el mundo se sume a las medidas de ahorro.
1 comentario:
Alba, muy buen artículo.
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