"Los siete lagos de Rila" de Anthony Ganev |
El agua es un bien que, a pesar de formar el planeta en un 71%, es escaso. Eso se debe a que tan solo el 2,5% de ese agua es dulce y, de ese 2,5% de agua dulce, una parte aún menor (0.3%) se encuentra en estado líquido en lagos, ríos y la atmósfera.
El agua es esencial para los seres humanos y otras formas de vida, no solo como alimento, sino que también es usado en disolventes, pinturas, como refrigerante industrial, en la agricultura... El acceso a agua potable ha mejorado en los últimos años, pero se estima que una séptima parte de la población sigue sin tener acceso a ella y más de 2,5 billones de personas no tienen acceso a agua con la sanidad adecuada. A pesar de esta evolución, se estima que sobre el año 2025, más de la mitad de la población sufrirá una vulnerabilidad dado a la falta de agua. En noviembre del 2009, un estudio sugirió que en el año 2030, en algunos países en vías de desarrollo la demanda de agua sobrepasará la oferta un 50%1.
La actitud despreocupada y la ignorancia de algunas personas hacia el tema empeora el problema. Empleando soluciones simples podríamos ralentizar el deterioramento de la facilidad que tenemos para obtener agua. Acciones simples que hacemos diariamente como cerrar el grifo del agua al lavarse las manos, cepillarse los dientes, fregar los platos, etc. acaban ahorrando miles de litros al año. Otras acciones incluyen tomar duchas en vez de bañarse, que ahorra hasta 100 litros y poner un cubo en la bañera para recoger al agua fría que no queremos mientras esperamos a que se caliente para regar las plantas o limpiar. A parte de las acciones gratuitas que hacemos por voluntad propia cada vez, existen soluciones en las que hay que invertir una cantidad de dinero. Los más comunes y conocidos son simples aireadores de grifos (o de las alcachofas de la ducha) y lavabos con doble pulsador para variar el flujo del agua, que son presentes en la mayoría de las casas. Después de lo común, existen hasta duchas que reciclan agua, utilizándola en un ciclo continuo, con un uso de tan solo 4 litros por ducha.
En conclusión, ahorrar agua no es difícil y, en la mayoría de los casos, no es costoso. El buen uso del agua es algo que nos concierne a todos, y debemos trabajar juntos para no malgastar este bien tan preciado.
1 comentario:
Evaluado, por fin.
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