
Estábamos cuatros amigos en la playa, hacia muy buen tiempo y decidimos que primero nos bañaríamos y más tarde iríamos al faro. El mar estaba tranquilo, y nosotros muy bien, mirándolo.
Cuando acabamos de bañarnos Marc dijo:
- Ya que vamos al faro, nos podríamos quedar a ver la puesta de sol.
Entre todos decidimos quedarnos, pero Alex dijo:
- ¿Y qué haremos mientras?
Yo le respondí que podríamos ir algún lugar a comer un poco. Fuimos a una pastelería y a la heladería Sirvent a comprar helados. Nos sentamos en un banco a comer, cuando me empezó un dolor de barriga muy fuerte. Mis amigos me acompañaron a mi casa, pero no estaban mis padres y mis amigos no sabían qué hacer, les dije que me dolía mucho. Seguidamente les dije:
- Hace tres días me pasó lo mismo y tuve que ir al hospital.
Así que decidieron llevarme al hospital. Una vez allí, Alex llamó a mis padres para decirles lo que me había pasado. Ellos vinieron rápidamente al hospital. Mis padres dieron las gracias a mis amigos por llamarles y por ayudarme.
Ahora solo eran tres y volvieron al faro para ver la puesta de sol. Yo estaba muy ilusionado en disfrutar un momento precioso pero no pudo ser. Aún quedaba un poco de luz, miré por la ventana y lo que vi fue precioso, me había quedado sin palabras de lo maravilloso que era. Ese color me gustó mucho, me transmitió paz y tranquilidad.
1 comentario:
Jaume, una buena redacción, sí.
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