
Eran las cinco de la tarde, estaba con Gabriela, Carmen y Esteban. Decidimos ir al puerto así que cogimos el coche y fuimos hacia allí. No tardamos casi nada en llegar, aparcamos el coche cerca de la playa y fuimos caminando hacia el puerto.
-Bueno, ya estamos aquí! –dijo Esteban.
-Sí, podemos ir a tomar algo y luego dar una vuelta- dijo muy emocionada Gabriela.
- Sí, vamos! – contesté.
Fuimos a una heladería que estaba cerca ,hacía muchísima calor, de hecho la playa estaba llena al llegar, pero ya se estaba haciendo tarde y la gente se marchaba.
Gabriela y Esteban decidieron quedarse más rato en el bar, ya que no tenían ganas de caminar, pero yo y Carmen teníamos ganas de dar una vuelta por la playa. Por lo tanto, decidimos ir nosotras dos y ellos se quedaron allí.
-¡Qué buen tiempo hace hoy!, ¿verdad? –me dijo Carmen.
-Si, y se está acabando el verano ya... ¡ la verdad es que no quiero!
-Pues sí, pero es lo que hay, ¡no hay más remedio!
Nos sentamos en un banco y mientras nos estábamos riendo y hablando de repente miré hacia el cielo. Era tan bonito, no era como cada día ... ¡era mucho más bonita la puesta de sol ese día!
-¡Mira el cielo, Carmen!
- ¡Está precioso! ¡Jamás lo había visto así !
-Me encantaría que este día no se acabara nunca, que todos los días sean así, el color del cielo, la brisa, la calor... ¡que todos los días sean tan bonitos como hoy!
1 comentario:
¡Buena redacción, Denisa!
Cuida los signos de puntuación: en castellano las exclamaciones e interrogaciones van delante y detrás de la frase.
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