
Hoy todo el día tengo ganas de ir a la playa, no sé el porqué, a lo mejor es porque hace unos días que estoy enfadada con mi amiga Laura y necesito reflexionar.
De camino a la playa me encuentro con Laura, me pregunta dónde voy y le digo que a la playa. Nos quedamos mirando unos instantes y de repente Laura me abraza, me dice: lo siento, Carlota, no quería enfadarme contigo, ha sido todo una tontería. Yo le digo: si quiere venir conmigo a la playa, y nos vamos juntas... Cuando llegamos, corríamos sin parar de reír, fuimos rápidamente a tocar el agua, pero estaba congelada; así que decidimos tumbarnos en la toalla. Eran alrededor de las 8 de la tarde y empezaba a anochecer, La brisa era agradable, no hacía calor ni frío. Laura me dice: ¡¡¡Carlotaa!!! Mira el cielo, qué puesta de sol más bonita. Era increíble, estaba brillando y se veía el reflejo en el mar, era un momento en que la luz va desapareciendo y se transforman los colores del cielo en miles de violetas y rojizos tonos.
En aquel momento me sentía feliz, relajada al lado de mi amiga Laura me miró fijamente y me dijo que no se volvería a enfadar conmigo.
1 comentario:
Carlota, muy buena redacción.
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