Un 71% de la tierra es agua, eso la hace protagonista de la
vida. Tanto el agua salada, en el mar, como el agua dulce, en pantanos, ríos y
glaciares, entre otros espacios de la naturaleza, es una sustancia formada por moléculas
de hidrógeno y oxígeno (H2O).
En primer lugar, los humanos utilizamos el agua dulce en la mayoría
de los casos, por ejemplo, la hidratación. Es fundamental el agua dulce para el
correcto funcionamiento de nuestro organismo. Nuestro cuerpo también necesita
una higiene que el agua la consigue. Lo mismo pasa con la limpieza, tanto de la
ropa, como del hogar o los alimentos, etc. En el campo de la agricultura y la ganadería
también es importante el uso directo del agua, como para regar o alimentar a
los animales.
En segundo lugar, el agua puede ser utilizada
indirectamente, como es el caso de la generación de energía, que a partir del
movimiento del agua la obtenemos. En la industria también se consume agua, al fabricar
productos, por ejemplo.
Como vemos, el agua es protagonista de múltiples situaciones
diarias y por lo tanto debemos cuidarla, no malgastarla, ya que, como todos los
materiales, se acaba. Tenemos en nuestras manos el poder de hacer o no un uso
responsable del agua.
1 comentario:
Blanca, es un buen texto,aunque echo en falta más argumentos para solucionar el problema.
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