
-De acuerdo, vamos.
-Dime de algún sitio, hoy eliges tú.
-Me da igual, ¿qué tal el restaurante de la esquina? Parece el menos sucio de todos.
-Bien, nos vemos en la esquina a las 21.ooh.
-Me parece estupendo.
-Pues a ver, explícame un poco ¿Qué tal todo?
-¿Pero no me has dicho que querías ir a cenar para hablar de esto?
-Sí, bueno, pero luego lo profundizamos, quiero saber qué tal te va todo.
-Prefiero contártelo luego, a solas, ¿te parece bien?
-No lo entiendo muy bien, pero, vale, de acuerdo.
-No te lo tomes a mal, entiéndelo.
-Te entiendo, te entiendo...
-No lo veo muy claro pero bueno, esta noche nos vemos y te cuento.
-¿Te vas ya?
-Sí, tengo cosas que hacer, recados.
-Vale, luego nos vemos, ¿A las nueve verdad?
-Sí, así habíamos quedado.
-Pues ahora que me he acordado, puede que llegue un poco tarde, te parece quedar a las 21.30?
-De acuerdo, pues hasta entonces.
-¡Hasta luego!
1 comentario:
Muy bien, Andrea, buen diálogo.
Publicar un comentario