La Ley de la calle

-Venga, vámonos al Sugar Shack. Te invito a una cerveza.

-Dejé de beber en el Reformatorio. Ya no me gusta.

-¿En serio? Mejor para ti. Recuerdo que me tenía preocupado. Me daba miedo que acabases como tu padre.”

-Para nada.

-“Bueno, podemos cenar juntos esta noche, y darles un buen repaso a los viejos tiempos. A veces me parece imposible haber llegado tan lejos.”

-Vale.

Fueron a un restaurante bastante glamuroso.

- Bueno, dime qué has estado haciendo todo este tiempo mientras estaba en el reformatorio.

-Mira pues me puse a estudiar la carrera para ser profesor.

- ¡Y ya esta!

- Si, a nivel académico, si ya esta.

- Yo me refería a aver como te ha ido en plan de mujeres, jajaja- se rieron los dos.

- Pues no he estado mucho en ese tema, te lo digo de verdad.

- Pero alguna habría, eeeeeh.

- Si, alguna pero ninguna seria.¿Y tu?

- Yo he estado en el reformatorio, y ahi gente muy emocionante no hay.

- Si, supongo que tu y yo no hemos tenido mucha suerte en eso del amor.

- Eso lo diras tu porque yo ya estoy saliendo con un chica.

- En serio, yo también.

- Como es que no lo hemos dicho ates, eso era lo mas emocionante.

- No lo mas emocionante ha sido el hecho de recordar esos momentos de la infancia por muy desagradables que fuesen.