
Mi querida bicicleta
A mi me enseñó a ir en bicicleta mi abuelo. Al principio iba con una bicicleta con dos ruedecitas atrás para no caerme hacia los lados, recuerdo que me costó mucho desprenderme de ellas.
Un día cogí una bicicleta sin ruedecitas atrás y me caí muchas veces, no conseguía mantenerme recta y eso me daba mucha rabia.
Al día siguiente mi abuelo me subió a la bici sin ruedecillas y el por atrás me empujaba pero no había manera, el me decía que no se podía aprender de la noche a la mañana, que tenía que ir cogiendo confianza y algún día me saldría.
Después de semanas cayéndome un día cogí la bicicleta y empecé a ir en ella no sé cómo me lo hice pero lo hice. Aunque iba haciendo “eses” iba de un lado hacia otro y días más tarde iba en bicicleta como si fuera toda la vida.
1 comentario:
Lo siento mucho, pero este trabajo está fuera de plazo. Nos hemos de acostumbrar a respetar las pautas marcadas.
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