La generación del 27. En esas cuatro palabras va encerrado
mucha cultura, y obras que han marcado
un antes y un después. Pero en este texto no vamos a hablar de esa cultura
conocida por casi toda la población española. Aquí venimos a hablar de lo que
se quedó escondido en esas cuatro palabras, en esa generación. De lo que no
pasó a la historia y debería haber sido así.
Las sin sombrero, era un conjunto de mujeres que también
triunfaron en la generación del 27, pintoras, poetas, novelistas... Estas
personas no solo dejaron marca en la literatura y pintura del momento, sino que
también dejaron una huella inmensa desafiando y cambiando las normas sociales
que había en esa época. Una época arcaica y machista que solo valoraba el
trabajo hecho por hombres.
Estas mujeres se armaron de valor y se enfrentaron a
cualquier tipo de crítica. Ellas empezaron a salir a la calle sin el sombrero
puesto, que era una prenda prácticamente obligatoria de llevar según criterios
marcados por la sociedad. Esa fue su forma de revelarse contra el sistema
machista y discriminatorio. El mismo sistema que consiguió ocultarlas con el
paso de la historia, dejando únicamente a los hombres la opción de dejar su
marca para la prosperidad.
Estas mujeres están en todo su derecho de ser conocidas cómo
personas que lograron sus méritos y nos marcaron con sus obras o actos. Por lo
tanto, se han ido creando una serie de proyectos con tal de hacerle ver al
mundo por lo que esas señoras lucharon con todas sus fuerzas. Entre esos propósitos,
existen documentales, paginas Web, campañas en Facebook, Twitter, libros,
exposiciones, y por último, proyectos educativos.
Entre estos proyectos educativos, por ejemplo, se presenta la
clase de primero de bachillerato del instituto Mar de La Frau, la cual está
poniendo en marcha un trabajo de lengua castellana, en el que los alumnos
intentan conocer toda la historia de las mujeres de la generación del 27.
Ellas, se merecen toda la atención, preocupación e
investigación que puedan tener. Ya es hora de que tengan lo que realmente debían
tener, ya es hora de que la sociedad se de cuenta que tanto los hombres, como
las mujeres, somos capaces de hacer lo mismo, y no tienen porque hacerlo
siempre mejor todo ellos. Dejémonos ya de machismo o feminismo, todo el mundo obtiene
lo que es suyo, ya sea tarde o temprano. Todo llega.
"¿Por qué no
podremos ser nosotras sencillamente sin más, no tener nombre, ni tierra, no ser
de nadie ni nada, ser nuestras, como son blancos los poemas y azules los
lirios?" - Ernestina de Champourcín, 1928.
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