La familia y la honra
Cuándo
Bernarda se da a conocer en la obra, podemos observar sin mucho esfuerzo, que
uno de los principales valores por los cuales se preocupaba la gente bien de la
época, era su familia y la honra de la misma.
Durante
el entierro de su difunto marido, la matriarca procura quedar siempre en buena
posición delante de sus invitados, y tratar de que sus hijas hagan lo mismo.
Ella era una mujer reputada, y por lo tanto todo tenía que salir como estaba
previsto, para no perder su prestigio en el pueblo. Pero, Bernarda, llevaba
este valor a sus extremos, ya que siempre se mostraba muy dura y severa,
especialmente con su familia y criadas, para tratar evitar el que dirán, entre
los vecinos.
Esto,
era conocido entre la gente del pueblo y, aunque ella tratase de disimularlo,
todo el mundo era conocedor de su carácter agrio y fuerte. Además, la relación
que ella tenía con sus hijas, era bastante mala y en gran parte, debido a este
hecho. A lo largo de la obra, podemos encontrar varios ejemplos claros de éste
fenómeno, empezando por el romance de algunas de sus hijas con el apuesto Pepe
el Romano. Primero, la joven Amelia se enamora de él, y Pepe también hace lo
propio. Bernarda, es conocedora de esto, y trata de evitar y romper la relación
desde el día del funeral. Y, no es que a Bernarda no le guste Pepe, o crea que
es perjudicial para su hijo, sino que no quiere tener en la familia al hijo de
un gañán. Ahí, se ve reflejada la mentalidad de Bernarda acerca de este tema,
ya que trata de mantener la honradez de su familia por encima de todo.
Pese
a la insistencia de su madre, Angustias sigue viéndose con Pepe durante un largo
tiempo. Bernarda lo sabe, y también los vecinos, que les oyen noche sí, noche
también. Esto enfurece a la mujer, que sabe que no puede hacer nada para
evitarlo, aunque lo intente de mil maneras.
Pero,
no solo Angustias se enamora de Pepe, también lo hace su hermana Adela. Ésta, es
mayor que ella, aunque no ha conocido barón en su vida. Por eso, está ansiosa
de estar con Pepe y sentirse amada. Este, fue el hecho que colmó el vaso en la
Casa de Bernarda Alba, puesto que, la matriarca, veía al hombre cada vez más
cerca de su familia.
Amelia,
decide organizar finalmente, su boda con Pepe pero Adela sigue enamorada de él.
Bernarda, por su parte, cede a conceder el acontecimiento sin oponerse a él.
Por lo tanto, vemos que, en ese momento, la matriarca a sobrepuesto por primera
vez, a su familia por encima de su honor.
Ése
mismo día, otra de las hermanas se encuentra con Adela teniendo relaciones con
Pepe en el establo. Las demás hermanas bajan junto a su madre para ver lo que
pasa y, Bernarda, fruto de su desesperación y frustración, decide disparar a
Pepe el Romano, aunque no consigue alcanzarle. Vemos hasta lo que es capaz de
llegar la mujer para salirse con la suya y evitar de cualquier manera que ese
hombre se acerque a su familia, manteniendo así intacto, el honor de la misma.
Cuando
Adela cree que su hombre ha muerto, corre hacia su cuarto para suicidarse
posteriormente. Cuando sus hermanas y criadas se enteran de lo sucedido, su
desconsolación es máxima y la casa se llena de llantos y tristeza. Pese a esto,
Bernarda trata de mantener la compostura, mostrándose como de costumbre, muy
severa y rígida, y les prohíbe que hagan público su duelo. Ella cree que los
sentimientos deben guardarse para sí mismo, y que siempre hay que mostrarse de
manera correcta ante la gente.
En
conclusión, hemos podido observar que la honra en aquellos tiempos, era un
valor moral muy preciado y que, había gente que llegó a sobreponerlo por encima
de su familia, e incluso, por encima de la muerte de la misma.
1 comentario:
esto esta ´para el orto desaporbe
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