El día que Néstor se fue a Milo le dispararon en una pierna. El ejército ruso le hizo prisionero. Pensaron que podrían hacer de él un gran soldado. Lo cogió un soldado alto y fuerte y lo introdujo dentro de un camión. El camión tomo rumbo al sur de Tudzbestán, un lugar montañoso, donde el ejército ruso tenía su cuartel general. El viaje fue agotador, a Milo le dolía mucho la pierna y perdía mucha sangre. Al llegar el general Vladimir Sokolov, ordenó que llevaran al niño a la enfermería donde se encontraba el doctor Alexei Petrov. El doctor había sido el jefe de la resistencia contra el ejército ruso y había sido arrestado. Debido a su condición de médico, se ocupaba de todos los soldados que llegaban heridos. El doctor se dio cuenta de la gravedad de la herida, era necesario operar a Milo urgentemente si quería salvar la pierna del muchacho. El doctor Petrov, consiguió salvar la pierna, pero Milo estuvo varios días inconsciente y con mucha fiebre. Gracias a los cuidados del doctor Alexei Petrov, Milo se recuperó totalmente de su herida. Milo explicó al doctor Alexei su historia. Milo era huérfano, no tenia hermanos, ni familia, subsistía haciendo de lazarillo para los corresponsales de guerra. Milo contó que haciendo de lazarillo conoció a Néstor, al principio desconfiaba de él, pero con el tiempo Néstor, se convirtió en un padre para él. El general Vladímir Sokolov, al ver que el muchacho ya se encontraba en condiciones de luchar, le dijo que al día siguiente, marcharía junto a sus soldados a combatir al norte de Tudzbestán. El doctor Petrov, sabía que si el chico se iba, jamás volvería con vida. No tenía mucho tiempo para pensar, tenían que escapar. El doctor Alexei Petrov ideó un plan de huida, el lunes por la noche, los soldados del general Vladimir Sokolov, organizarían una fiesta en honor al general, en donde el alcohol circularía en grandes cantidades. El doctor consiguió que Milo entrara en la bodega donde guardaban las botellas de alcohol, y con unas jeringuillas que el doctor le había dado introdujo somníferos suficientes para dormir a todo el ejercito. Cuando los soldados, estuvieron suficientemente dormidos, el doctor Alexei i Milo, escaparon, durante días caminaron por las montañas hasta llegar a la frontera, fue fácil pasar al país vecino. Una vez a salvo Milo con ayuda de Alexei Petrov, envió un telegrama a su amigo Néstor, explicándole cual era su situación. Néstor viajó rápidamente y consiguió sacar a Milo del país y traerlo a España. Néstor adoptó oficialmente a Milo y hoy en día viven felices en Madrid, junto a la novia de Néstor.
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