
Era un día de verano, bien temprano, me desperté, y miré por la ventana, presentía que iba a ser un día estupendo. Me vestí, cogí la bici y fui a buscar unos amigos. Fuimos a jugar a fútbol, con aquel aire cálido apenas se podía jugar, así que decidimos ir a la piscina, llegó la hora de comer y un amigo nos invitó a todos a comer en su casa, estábamos llenos, nos sentamos un rato en el sofá a ver la tele. Hacia las 4:30 o así salimos de allí, acordamos ir a dar una vuelta por el puerto, dimos una vuelta por allí, a ver el ambiente y nos paramos a comer un helado, el día había empeorado de una manera increíble, tanto que, ya tarde, a las 7:30 o por ahí empezó a llover, nos refugiamos en un portal de un bloque de pisos, esperando a que parara de llover, pasó un buen rato, pero finalmente dejó de llover, el calor se mantenía constante, dejó de llover y el sol se empezó a poner, era una imagen muy bonita, así que decidimos cruzar las piedras que separan el puerto del faro verde para ir a hasta el faro, donde la puesta de sol se veía perfectamente, fue un gran día, y ver esa imagen de la puesta de sol, fue una gran manera de terminarlo.
1 comentario:
Muy buena redacción. En la próxima entrada no te olvides de poner las etiquetas y de pasar el corrector ortográfico.
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