2017 Las bicicletas son para el verano

2017 Presente, pasado y futuro

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2017 Naturalezas muertas

sábado, 30 de abril de 2016

Biografia de Bernarda Alba

Biografia Bernarda Alba dos puntos

La Poncia es una mujer viuda, de 60 años de edad. Es una de las dos criadas que

trabajan para Bernarda; su superioridad con respecto a la otra sirvienta es notable

desde el comienzo de la obra ya que el autor marca una diferencia en la posición que

ocupan en el orden jerárquico de la casa al referirse a una como “Criada” y a otra

como “Poncia.” Evidentemente, el hecho de que el nombre de una de ellas sea

desconocido significa que hay una subordinación establecida. Sin embargo, podemos

darnos cuenta, a medida que avanzamos con la lectura, que la superioridad de La

Poncia no se debe a ninguna correspondencia afectuosa ni implica ningún tipo de trato

preferencial en comparación con la otra criada, sino que es meramente un ascenso

jerárquico, fruto de  los 30 años de constante servicio, es decir, de su antigüedad en la

casa y de la fidelidad a la familia. A esto último, Bernarda le da mucha importancia ya

que la Poncia sabe todos los secretos del hogar, y su resguardo y disimulo resulta

indispensable en una sociedad como aquella en la que “el juego de las apariencias

causa estragos” (Reseña en la contratapa de “La Casa de Bernarda Alba,” Ed.

Cántaro). El hecho de que su nombre esté siempre antecedido por “la” implica un trato

despectivo y burlón hacia la clase social baja de la que proviene. De esta manera,

podemos ratificar el hecho de que La Poncia no recibe ningún trato preferencial, sino

por el contrario, es humillada y degradada.

Otra característica de esta criada es el hecho de ser intuitiva. La Poncia se da

cuenta antes que nadie de la verdad sobre Martirio, Adela y Pepe el Romano. Ella es

capaz de intuir y presagiar la catástrofe que podría ocurrir si las hermanas siguieran su

curso sin que Bernarda supiera nada al respecto. Una vez que Martirio y Adela

confirman los presagios de La Poncia, Bernarda se siente por primera vez

desconcertada de que se le haya escapado tanta información a pesar de su rigidez

extrema. La Poncia parece ser la conciencia moral y quien debe abrirle los ojos a

Bernarda, que parece estar ciega ante lo que hacen sus hijas.

La Poncia también aparenta ser una persona entrometida, ya que conoce todo

lo que sucede en la casa, en el vecindario, y hasta logra en ocasiones la confianza de

las hijas de Bernarda al convertirse en su confidente y hablar de temas relacionados

con la sexualidad, los hombres, los cuales no estaban permitidos en la casa.

Podemos deducir también que es una persona ambigua. Su nombre hace

alusión a Poncio Pilatos, quien pudiendo intervenir decide lavarse las manos en la

crucifixión de Jesús,  en la Biblia. Ella no habla con claridad, quizás producto del

miedo, sino con rodeos, con insinuaciones y no de manera directa. No acusa

directamente a Adela con su madre, sino que sugiere y advierte que algo pasa.

En cuanto a las virtudes que la caracterizan, podemos destacar la laboriosidad

con la que trabajó por 30 años en la casa de Bernarda de manera leal y constante. Por

otro lado, entre sus pecados encontramos la envidia que siente hacia Bernarda por la

diferencia de clases sociales. Existe un resentimiento entre la señora y sus criadas.

Haciendo referencia al aspecto social del personaje, podemos decir que

pertenece a la clase baja. Es viuda, estuvo casada con Evaristo el Colín y tuvo más de

un hijo, ya que menciona a un hijo mayor en la página 40. Como podemos ver en la

página 46, La Poncia es hija de una prostituta, lo que es motivo de humillación como

Bernarda sabe. La clase baja de la cual proviene se advierte además por el trabajo

que realiza, que no necesita ninguna educación ni formación, lo  cual es evidente que

no tiene al analizar su lenguaje. Está repleto de insultos, vulgarismos y errores como

            El rol de La Poncia es indiscutiblemente importante en la obra, y esto es

evidente ya que tiene una fuerte postura en relación con los temas principales de La

Casa de Bernarda Alba: autoritarismo versus rebeldía, mujeres versus varones y

mujeres ricas versus mujeres pobres.

            En cuanto a la rebeldía y el autoritarismo, La Poncia es el personaje opuesto a

Bernarda, ya que sostiene que el hecho de que las hijas no puedan relacionarse con

hombres es algo completamente antinatural. Además, este espíritu rebelde se puede

ver desde el principio de la obra, cuando La Poncia dice:

“treinta años lavando sus sábanas, treinta años comiendo sus sobras, noches en vela

cuando tose, días enteros mirando por la rendija para espiar a los vecinos y llevarle el

cuento, vida sin secretos una con otra y sin embargo, ¡Mal dolor de clavo le pinche en

los ojos!, pero yo soy buena perra, ladro cuando me lo dicen y muerdo los talones de

los que piden limosna cuando ella me azuza, mis hijos trabajan en sus tierras y ya

están los dos casados, ¡pero un día me hartaré!” (Pág. 16).

El contraste entre la rebeldía y el autoritarismo es de suma importancia en el

contexto histórico en el que fue escrita la obra, teniendo en cuenta la opresión y

absolutismo, defendidos por una de las fuerzas durante la guerra civil española que se

Respecto al clasismo, cada personaje sabe en qué lugar está y tiene claro que

debe resignarse a ello. La relación entre Poncia y Bernarda muestra que a pesar de

haber compartido treinta años juntas, una patrona y una criada no pueden tener una

verdadera correspondencia afectuosa. No son del mismo estrato y no se pueden tratar

como iguales. Bernarda transmite manifiestamente la importancia de las clases

sociales y su diferenciación porque habla y trata con desprecio a la gente que no está

a su altura: “Los pobres son como los animales; parece que estuvieran hechos de

otras sustancias" (Pág.18). Así se justifica por qué La Poncia sigue siendo

despreciada en la casa de Bernarda, a pesar de trabajar allí hace tantos años; se

podría decir que ya sería parte de la familia de no ser por esa diferencia social en la

que Bernarda hace énfasis permanentemente.  

En líneas generales, La Poncia es uno de los personajes más significativos en

la obra ya que se relaciona con los temas principales de la obra y es quien parece

conocer más en profundidad a Bernarda y a sus hijas. Proporciona un contraste

importante con Bernarda Alba, lo que nos permite establecer más marcadas

diferencias y posturas que enfatizan el clasismo, la rebeldía y el autoritarismo, los

hombres versus las mujeres; es decir los conflictos más característicos de la época.

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