La
casa de Bernarda Alba
Era una noche calurosa de verano, pero eso no impedía a
todas las hermanas vestir de negro por orden de Bernarda, la madre. Todas
unidas por un lazo de sangre, excepto angustias, que era hija de otro maromo.
Ninguna de sus hermanas quería tener relación con ellas, era la única en parte
libre y que podía conocer a un hombre con el que podía contraer matrimonio,
este es Pepe el Romano, que tiene enamoradas a otras de sus dos hermanas.
Empezaba la tensión en aquella mesa, Bernarda había invitado
a cenar a una amiga suya para mostrarle que su hija mayor se iba a casar. Simplemente le importaba lo que pensaran de
puertas para fuera, es por eso que solo quería llamar la atención de aquella
mujer…le pidió a angustias que le enseñara el anillo y sin pensárselo dos
veces, se lo enseño. Aquel anillo era de perlas, cosa que significaba tristeza
y engaño en aquella época, pero Angustias, cuando la amiga de su madre le dijo
esto, mostro una cierta indiferencia y dijo que las cosas habían cambiado. Adela
por otra parte comenzó a darle la razón a aquella vieja mujer, que solo quería malmeter
en medio de la familia, al cavo de unos segundos se intento levantar de la mesa
y Bernarda le echó una mirada de lince…cosa que ella se lo tomó como una orden,
una orden que había cazado al instante, ella obedeció y se sentó de nuevo en la
silla.
Tras un rato sentadas viviendo más tensión que la del
principio y casi sin hablar, Bernarda se levanto, su amiga la siguió y todas
las hijas siguieron el paso de angustias que iba detrás de su madre. Entonces,
Bernarda dijo de ir a ver el cuarto de bodas y entonces todas entraron en
aquella habitación a raíz de que la madre lo hiciera. Bernarda simplemente quería
hacerle ver a aquella mujer lo lujuriosa que podía ser su vida si se lo proponía
y que con la herencia que le había quedado del marido podía llegar hacer muchas
cosas. No se pensó dos veces lo de gastarse millones de pesetas en la preparación
para la noche de bodas de su hija junto a pepe romano.Más tarde, la mujer invitada decidió desalojar la casa debido a que sonó
una campana, eso le indicaba que ya se le había pasado la hora y que tenía que
regresar a su hogar. Cuando esta mujer se fue, dos de las hermana se dirigieron
hacia el establo a relajar al caballo, ya que estaba muy nervioso y solo quería
salir de allí.Tras llegar al establo se
quedaron mirando a las estrellas y Bernarda en la mesa junto a su hija
angustias, se quedo hablando sobre pepe el romano, Bernarda le dijo que no tenía
que preocuparse por el, simplemente casarse y callarse como una perra sumisa, que
cada uno haría su parte, el traería el dinero y ella cuidaría de la casa. No
tenía que preguntarle de nada, simplemente asentir y hacer lo que pepe el
romano dijera.
Angustias estaba preocupada y dijo…” lo siento madre,
pero hay algo que me preocupa de el”, entonces Bernarda le volvió a repetir que
no le preguntara nada, que obedeciera y ya, después, al cavo de un rato de
charla, le dijo que fuera con sus dos hermanas para crear una buena relación
con ellas, que es lo que quería, ya que es lo que ve la gente desde fuera, y
eso hizo, se fue con las dos hermanas, pero se dio cuenta que no le hacían ningún
caso.
Esa noche, Pepe el Romano había mentido a su futura
prometida, le había dicho que se iba al pueblo con su madre y que aquella noche
no podría hablar con ella, más tarde apareció y se encontró con Adela, su otra
amante. Martirio lo escucho todo y decidió callarse, simplemente por ese día. Al día siguiente,
Poncia advirtió a la madre, a la hija Adela y en sí, a todas las personas que
vivían en aquella casa, les advirtió que estaba pasando algo raro, y que la
gente de fuera hablaba de lo que estaba ocurriendo, cada día más y más…Sin más
rodeos, Bernarda le dijo que no se metiese, que ella lo tenía todo controlado y
fue en aquella noche cuando Martirio se canso de su hermana y decidió gritar a
todo pulmón para que llegara Bernarda, y cuando Bernarda descubrió todo aquello
que estaba ocurriendo se quedo hecha un cuadro, visto lo visto reaccionó de una
manera violenta, e intentó matar a Pepe el Romano con una pistola, fallando el
tiro por suerte o por desgracia, pero eso hizo que su hija pequeña, Adela,
acabase suicidándose por amor, pero qué más da eso!…lo que importa son las
lenguas, decía ella. Diremos que murió virgen. Bernarda no dejo que derramaran
ni una sola lágrima de dolor…
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