
Érase una vez un romano llamado Kawen, que era alto rubio estaba muy fuerte y era flaco con ojos azules. Solo tenía una cicatriz en el cuello a causa de que había tenido una batalla muy fuerte y lo habían dañado.El iba por un camino hacia su palacio, él era muy rico y tenía una novia que lo estaba esperando en el palacio. El llegó al castillo donde lo esperaban sus criados pero de golpe se inicio una gran batalla alrededor del castillo.
Ahora lo que más le preocupa era su novia llamada Kesha. Así que la mandó a la salida subterránea secreta que llegaba hasta la plaza mayor del pueblo. Kesha se fue al camino subterráneo. Al llegar le daba mucho miedo porque era muy oscuro y solo podía iluminar con un farolillo que llevaba que solo tenia una pequeña llama. Ella superó el miedo pero de golpe andando y andando se encontró que el camino se separaba. Ella sabía que Kawen le había dicho por cual tenía que tirar pero ella no se acordaba. Al final hizo a suertes. Kawen le había dicho que si cogia el camino equivocado hasta que no llegara al final no sabría que se había equivocado ydaría en un gran campo de batalla. Ella se la jugo fue cogiendo diferentes caminos hasta que llegó al final. Allí no se escuchaban ni gritos ni nada así que empezó a empujar la gran piedra que era la puerta. Consiguió abrirla y no se había equivocado, así que fue para la casa de su abuela que vivía allí. Mientras tanto Kawen estaba luchando con los que iniciaron la batalla, Kawen y todo su equipo al final ganaron así que Kawen fue a buscar a Kesha.
Al final todo quedó como había empezado el día, sanos y salvos.
1 comentario:
Aida, la historia es muy buena, pero has de pasar un corrector antes de subir la redacción. Escribe bien las etiquetas.
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